19 mayo, 2016

DELACROIX y el arte moderno

   

La National Gallery  celebra una gran exposición de Eugène Delacroix (1789-1863) que subraya los aspectos de su obra y  de su pensamiento que contribuyeron a la modernidad pictórica.
Ya Cézanne le  había señalado como  maestro a los  pintores: 
"Tenemos toda la pintura en el lenguaje de Delacroix". 
Y Baudelaire que también le  admiraba como pintor y como  ser humano escribe sobre él  al poco de morir :
"Quisiera rendir homenaje una vez más, una última vez, al genio de Eugène Delacroix, y os ruego acoger en vuestro diario estas pocas páginas en las que procuraré encerrar, tan brevemente como sea posible, la historia de su talento, y la razón de su superioridad, que en mi opinión todavía no han sido reconocidos suficientemente y también algunas anécdotas y observaciones sobre su vida y carácter. 
"Tuve la fortuna de vincularme cuando era yo muy joven (en 1845, a lo que puedo recordar) con el ilustre difunto, y esta vinculación, de la que mi respeto y su indulgencia no excluían la confianza y la familiaridad recíprocas, me permitió observar a placer su trabajo"[...] "En su delicioso estudio sobre Chopin, Liszt, incluye a Delacroix entre los visitantes más asiduos del músico-poeta"[...]
"Un domingo vi a Delacroix en el Louvre acompañado por su vieja sirvienta, la misma que lo cuidó y sirvió tan devotamente durante treinta años, y él, el erudito, el refinado, el elegante, no desdeñaba mostrar y explicar los misterios de la escultura asiria a esta mujer excelente, que por lo demás, escuchaba con una atención llena de candor"[...]
"Cuando este hombre tan frágil y terco, tan nervioso y esforzado, único en la historia del arte europeo, artista enfermizo y friolero, que soñaba sin cesar en cubrir paredes con sus grandes concepciones, nos fue arrebatado por una pulmonía que pareció haber presentido convulsivamente, todos sentimos algo análogo a esa depresión del alma, a esa sensación de soledad creciente que ya habíamos conocido con la muerte de Chateaubriand y de Balzac..." /Ch. BAUDELAIRE
Henri Fantin Latour, Homenaje a Delacroix,1864, ól/lz, 160 x 250 cm.M. Orsay, París. Retrato de grupo: diez  artistas posan en torno a un autorretrato de Delacroix que había muerto un año antes. Fantin-Latour se retrata  con camisa blanca, sosteniendo la paleta en el acto de pintar.Vuelto hacia el espectador, el estadounidense J. McNeil Whistler. En el grupo de la derecha Édouard Manet de pie y, sentado en el ángulo inferior, Charles Baudelaire.[Fantin Latour se supera creando una imagen que por su composición, tratamiento pictórico y valores poéticos, trae a la memoria los insuperables  cuadros corporativos de Rembrandt]
Esta pintura  de Fantin-Latour, ocupa un lugar de honor en la  exposición  del pintor francés impulsor  de la pintura moderna.
En las salas  las obras de Delacroix  dialogan con  lienzos de Courbet, Cézanne, Van Gogh Matisse, Gauguin, Kandinsky...y otros pintores  en los que se pueden apreciar ecos  de las aportaciones del maestro que llevarían a  la modernidad.    
Recordar el lugar central que ocupó Delacroix en el Romanticismo europeo y en la importante pintura francesa del siglo XIX, y señalar cuándo o en qué se apartó de la pintura que se hacía en la época, es citar algunas de las innovaciones que incorporadas por otros artistas transformaron la pintura y el modo de concebir el arte.
                    E.Delacroix, 1837, Autorretrato, ól/lz, 65 x 54 cm. Museo del Louvre


Delacroix fue el máximo exponente del Romanticismo francés y representó una tendencia neobarroca del movimiento, acentuando  la potencia del color  y la morbidez de las formas, mientras Ingres (1780-1867), -su rival en el escenario artístico -, se mantuvo en la orilla neoclásica guardando un aparente distanciamiento y cultivando la nitidez en los volúmenes y la perfección del dibujo.
Comparando  dos de sus odaliscas son evidentes las diferencias al utilizar el mismo tema  con  conceptos y medios pictóricos opuestos. Ingres excelente dibujante y buen colorista muestra un clasicismo de influencias renacentistas, mientras Delacroix, que aboceta la figura, y hace reverberar  las masas de color por efecto del aire y la luz, evidencia su filiación con el Barroco de  Rubens. Dice Baudelaire:
"Los coloristas dibujan como la naturaleza; sus figuras están delimitadas por la lucha armoniosa de las masas coloreadas.Los dibujantes puros son filósofos y abstraccionistas de quintaesencia.Los coloristas son poetas épicos."

                              Delacroix, Odalisca, 1827,ól/lz,37 x 46cm.Fitzwilliam M. Canbridge.

                               Ingres,La gran odalisca, 1814, ól/lz,91 x 162, Louvre

- Al contrario de Gericault y Gross que tomaban sus temas de la vida, Delacroix parte de imágenes literarias, La Divina Comedia, la independencia griega por influencia de Byron, Hamlet... y a  partir de 1832 -tras una estancia en el mundo colonial francés del norte de África-,  de temas orientales.La experiencia lumínica de Marruecos enfrió su fiebre byroniana y miró con ojos más modernos que románticos ese modo de vida, exótica para él,llena de sensualidad, misterio,  y color. 
-En 1822  el pintor comienza un  Diario -que escribirá  durante treinta años-  y expone en el Salón Dante y Virgilio en los infiernos. Baudelaire cita las palabras entusiastas   del joven Thiers en el Constitutionnel: 
"Ningún cuadro revela mejor según mi opinión, el futuro de un gran pintor que el del señor Eugène Delacroix, representando Dante y Virgilio en los Infiernos. En él se puede sobre todo subrayar la ráfaga de talento, [...] 
Y ya por su cuenta continúa Baudelaire: "Para hacerse una idea adecuada del impacto profundo que el cuadro Dante y Virgilio debió provocar en los espíritus del momento, del asombro, del estupor, de la cólera, de los vítores, de las injurias, del entusiasmo y de las explosiones de risa insolentes que rodearon este hermoso cuadro, verdadera señal de una revolución..."
-1824 fue un año importante en la pintura francesa:-Muere Gericault de una caída de caballo a los  32 años.-Las obras del inglés Constable se exponen por primera vez en París  y son  una revelación para Delacroix y los pintores franceses. -Lord Byron muere en Missolonghi dentro de una aventura sentida como imperativo categórico romántico: contribuir a la independencia griega del Imperio Otomano.- Delacroix, imbuido de espíritu  filogriego y byroniano, presenta en el Salon  La masacre de Scio. La pintura  es recibida con hostilidad por  crítica y público y el pintor aprovecha para trasladarse a Londres  durante  unos meses y entrar en relación con pintores ingleses que admira, Thomas Lawrence, sobre todo.
                                Delacroix, Muerte de Sardanápalo,,1827, ól/lz,392 x 496 cm. Louvre

-En 1827 presenta en el Salon un tema oriental: La muerte de Sardanápalo, -Gauguin se inspirará en una de sus figuras femeninas-. Delacroix afirma,entonces,  que la utilización de modelos restringe la libertad de la imaginación por lo que decide prescindir de ellos.  Esta actitud que pone  el énfasis en el potencial  de la imaginación y  la libertad sin esquemas previos del artista es un concepto moderno y persiste en el arte contemporáneo.
                       
                       Delacroix, La libertad guiando al pueblo, ól/lz, 1830, 260 x 325, Louvre.

Delacroix vivió en una sociedad  agitada por una oleada de revoluciones políticas y sociales: 1820, 1830 y 1848.En las dos primeras, de tipo político, el pintor fue revolucionario, pero en 1848, cuando la clase obrera se levantó contra la burguesía, fue contrarrevolucionario. 
La libertad guiando al pueblo es  el primer cuadro político de la pintura moderna.Exalta las jornadas revolucionarias de julio de 1830 con barricadas en las calles de París. Para establecer su modernidad Argan lo compara con La Balsa del Medusa de Gericault y subraya que el estilo de Delacroix no proviene de fuentes italianas como en Gericault (Miguel Ángel y Caravaggio) que representarían la tradición, sino de los flamencos Rubens y Van Dick y con ello dota de dinamismo y fluidez a las formas frente a la gravedad clásica. 
Añade que en esta pintura Delacroix conserva la estructura de Gericault, pero invirtiéndola; en Gericault el movimiento de masas se dirige hacia el horizonte, retrocede, Delacroix lo hace avanzar con violencia utilizando un lenguaje explícitamente moderno y añade: "es precisamente con el romanticismo de Delacroix cuando el arte deja de orientarse hacia lo antiguo y empieza a proponerse el ser de su tiempo a toda costa".
Entre los aspectos de Delacroix que llevaron al arte moderno destacan:-La   valoración de la imaginación subjetiva del artista como origen de la creación,  y-el estudio de la naturaleza y sus colores:limitó el uso del negro para las sombras a las que aplicó el color complementario del objeto que las producía (escribe en sus Diarios: "el verde da una sombra roja") y que siguiendo las leyes cromáticas del contraste simultáneo estudiadas por Chevreul indicó el camino a impresionistas y postimpresionistas.


Charles BaudelaireEl Salon de 1846, Fernando Torres editor/y  Delacroix, vida y obra,Casimiro editor. 
Giulio Carlo Argan, El Arte Moderno, I, Fernando Torres editor.