21 octubre, 2014

JOSÉ GUERRERO pintor de "LA ESCUELA DE NUEVA YORK"







José Guerrero es uno de los grandes pintores españoles contemporáneos. El 27 de Octubre se cumple el centenario de su nacimiento en  Granada, y su ciudad, le dedica una gran retrospectiva: The Presence of Black. Las obras están repartidas entre  el Palacio de Carlos V de  La Alhambra y  el Centro José Guerrero.
                                                   José Guerrero en el taller.

                                   Dos hilanderas, 1948. El tipo de figuración antes del Expresionismo Abstracto

                           
Guerrero (1914-1991) estudió en la Escuela de Artes y Oficios de su ciudad y entre 1940-45 en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid,costeándose la estancia dando clases de dibujo y realizando carteles de cine. Obtuvo becas que le permitieron visitar Roma y París,donde conoció a los maestros de la vanguardia, Matisse, Picasso, Miró, Klee...y en 1949, recién casado con una periodista estadounidense se fue a Nueva York, la ciudad que iba sustituyendo a París como capital mundial del arte.                           


Hasta 1949 en sus -paisajes, naturalezas muertas, escenas-. se perciben influencias de Picasso y de la Escuela de París. Es pintura figurativa pero  con un énfasis en la construcción de las superficies, en el marcado  sentido del ritmo,la energía  del dibujo, y disposición de las masas de color  que permanecerán cuando se convierta en un pintor radicalmente abstracto en los años neoyorquinos. 

                      
En Nueva York  encuentra  la pintura de Pollock,Rothko, Motherwell,De Kooning,Kline... como un deslumbramiento y a partir de ella busca su camino. 


A la action painting o Expresionismo Abstracto neoyorquino incorpora constantes de la tradición española, dramatismo, austeridad,suntuosidad del negro...que hace que las telas, de Guerrero, -pura abstracción, solo color y formas sólidas pero indeterminadas-, alguna vez, recuerden al Goya de los cuadros de historia (Los fusilamientos de la Moncloa...) en su cromatismo y vigor.
                                         












En 1954 es elegido para participar en la exposición titulada Younger American Painters. A Selection, lo que indica que  se le consideraba integrado en el mundo artístico de la ciudad y lo confirma que  el Museo Guggenheim adquiera un cuadro, Three Blues, para su colección. Ese año había obtenido la nacionalidad estadounidense.
Entre 1950 y 1966 participa  en exposiciones colectivas e individuales. José Guerrero llegó a Nueva York con 35 años y volvió a España veinte años después y desde entonces hasta su muerte vivió entre España y EE.UU. 
La pintura de José Guerrero se impone por la monumentalidad de las formas en grandes formatos, la intensidad cromática y la impronta gestual con que los artistas del expresionismo abstracto pretenden incorporar a la pintura la huella del cuerpo y el automatismo psíquico heredado de los surrealistas. 
Los colores con pincelada precisa y constructiva son extendidos  en planos de color  cuidadosamente ensamblados con expresivos perfiles  de contacto cargados de enigmático lirismo.  
Otro gran pintor contemporáneo, Luis Gordillo, de estilo muy diferente, escribe  recuerdos de ambos y de un encuentro en la exposición que dedicó a Guerrero el Museo Reina Sofía en 1994: 
"Descubrí a un Guerrero distinto al que tenía en la cabeza, que era la de un pintor libre, gestual y espontáneo. Viendo su exposición me di cuenta de que era todo lo contrario: un artista muy controlado, frío incluso, que sabía lo que hacía en cada momento y que preparaba a conciencia los resultados de su pintura. Descubrí a un José Guerrero menos intuitivo y más racionalista y eso hizo aumentar mi interés por él".(El Cultural de El Mundo, oct 14)
Además de pintura en sentido más tradicional Guerrero realiza "frescos portátiles".  La temprana beca que le llevó a París estaba destinada a dominar la técnica del fresco, pero José Guerrero no utiliza la pared como soporte -que es lo habitual en el fresco- él realiza " frescos portátiles" de distintos tamaños, en los que explora las  posibilidades matéricas del collage, integrando en la pintura escultura e incluso aspectos  de la arquitectura (arenas, ladrillos, cemento...). En la exposición de Granada se exponen junto a lienzos y dibujos.